Ganadores Concurso Cuento Corto 2023: «Mascotas»
Conoce los ganadores de la séptima edición del concurso Cuento Corto Vitacura.
Para más información, puedes escribir al correo [email protected] y al teléfono 222 403 610.
«Caracol» de Matías Carrasco Ruiz Tagle, 47 años, Vitacura; «Desde el cuarto piso», de Patricia Espejo Freitas, 71 años, Chile; y «Huérfano» de Pilar Sánchez, 42 años, Ñuñoa;obtuvieron el primer, segundo y tercer lugar respectivamente, en el concurso Cuento Corto de Vitacura 2023.
«Cruces» de Natalia Muñoz, 38 años, Providencia; «Terapia» de Daniel Ruiz, 34 años, Lima, Perú; «Otra forma de comunicarse», de Jocelyn Paola Zavala Alegría, 39 años, Recoleta; y «Mi casa» de Antúan Guzmán, 29 años, Las Condes, en tanto, se quedaron con las menciones honrosas.
¡Agradecemos a los más de 300 participantes y los dejamos invitados para la próxima edición del certamen literario!
Ganadores del Concurso Cuento Corto 2023
1er lugar
CARACOL
En la antesala de su cumpleaños, Manuel los sorprendió a todos.
Quiero un caracol – dijo.
¿Un caracol? – preguntó asombrada su mamá.
¿Un calacol? – comentó la pequeña Laura con una pronunciación de mil demonios.
¿Pero si quieres puedes tener cualquier otra mascota? – se apresuró su padre-. Hay perros preciosos. Un border collie. Un labrador. Un boyero de Berna. O un pastor alemán, de esos grandes y de patas firmes. Tal vez, quieras adoptar a uno pequeño, de orejas graciosas.
No. Quiero un caracol – insistió Manuel.
¿Y por qué no un gato? – interrumpió la abuela mientras tomaba una taza de té-. Son fieles y ágiles. Te puede acompañar en la cama y despertar todas las mañanas con su ronroneo. Yo tenía uno que trepaba las cortinas y se llamaba Cebollín.
¿Y un erizo de tierra, Manu? – se incorporó la hermana, levantando la cabeza del celular-. La Domi tiene uno. Su cara es puntiaguda y muy tierna. Su cuerpo está lleno de espinas, y cuando se asusta, se convierte en una pelota.
Pida un hurón, mijo – opinó la nana Rosa mientras cortaba un pedazo de pan-. Están de moda, son simpáticos y nos puede ayudar a mantener a los ratones lejos de casa.
No. Yo quiero un caracol – volvió a insistir el niño.
¿Y por qué quieres un Caracol? – le preguntó, al fin, su mamá.
Porque necesito que alguien me enseñe a esperar.
Matías Carrasco Ruiz Tagle, 47 años. Vitacura.
2do lugar
DESDE EL CUARTO PISO
Comenzaron a llamar mi atención porque andaban siempre juntos. Parecían siameses unidos por una membrana invisible. Salían y llegaban juntos. No sé si en el camino se separaban.
Me sorprendía la intensa comunicación que había entre ellos y empecé a imaginar diálogos y a dotar a cada uno de ellos de una personalidad a mi antojo. Me transformé en una auténtica voyerista. Ellos vivían en las alturas de una casa que había sobrevivido a la retroexcavadora y yo los observaba desde mi ventana del cuarto piso. Se convirtió en una obsesión enfermiza. Sólo en la noche no los veía porque desde mi punto de vigilancia no alcanzaba a distinguir el nido que con toda seguridad compartían.
Mi fisgoneo metódico se fue transformando en una fijación casi patológica, en una intriga, pero sobre todo en una fuente de codicia. Ellos representaban, así, desde lejos, sin conocerlos ni haberlos escuchado nunca, lo que yo había soñado para mi matrimonio, hoy alicaído, soso y silente.
Un día, no sé por qué, se me antojó dejar de imaginar, soñar y envidiar a esta pareja idílica y decidí saber quiénes eran en realidad. Puse sus nombres en google: «Las palomas forman pareja para toda la vida, no por una cuestión de amor, sino de sobrevivencia».
Patricia Espejo Freitas, 71 años. Chile.
3er lugar
HUÉRFANO
El día que mi papá murió, con mi mamá lloramos de alivio. Chocó ebrio y murió en el lugar, lo que significó que no volvería a casa a pegarle a ella y a insultarme a mí. Escuché a vecinos comentar “Pobre, huérfano a los 10 años” pero de pobre nada. Libre.
Sin la plata que el papá aportaba, mi mamá tuvo que dividir su tiempo, incluyendo sábados y domingos, en dos trabajos para que pudiéramos vivir medianamente bien. Le preocupaba dejarme solo, sin tíos ni otros parientes que me pudieran cuidar.
-No te preocupes, mamá, el Otto me cuida
Y así el Otto, mi perro quiltro con algún ancestro rottweiler, se convirtió en mi guardián. Me acompañaba al colegio, y de alguna manera sabía la hora a la que yo salía porque siempre estaba ahí esperándome moviendo la cola
Si tocaban el timbre, Otto ladraba fuerte y se iban. Si insistían, él se quedaba a mi lado gruñendo bajito y mostrando los dientes. Me acompañaba a comprar el pan, y cuando llovía corría mojándose en los charcos.
Pero la vida de los animales se apaga antes que la de las personas, y a mis 16 años empecé a notar que el Otto se cansaba más, y ya no le gustaba correr en los charcos. Pasaba acostado al lado de la estufa, se le encaneció el hocico y su carita adquirió la suavidad de los viejitos.
Poco a poco su ladrido se hizo más ronco y cansino, y algunas comidas empezaron a caerle mal.
El día que el Otto murió todo fue triste. El sol no salió y el frío se coló por debajo de la puerta. Nos abrazamos con mi mamá y decidimos que llorar estaba bien.
El día que el Otto murió, me sentí huérfano.
Pilar Sánchez, 42 años. Ñuñoa.
MENCIONES HONROSAS
Para leer los cuentos presiona el título.
CRUCES
Natalia Muñoz, 38 años. Providencia.
TERAPIA
Daniel Ruiz, 34 años. Lima, Perú.
OTRA FORMA DE COMUNICARSE
Jocelyn Paola Zavala Alegria, 39 años, Recoleta.
MI CASA
Antuán Guzmán, 29 años, Las Condes.
Jurado:
Patricia Corona Campodónico: estudió Periodismo y Letras en la Pontificia Universidad Católica de Chile y es Master en Periodismo de la Universidad de Barcelona-Columbia. Editora general Ediciones UC. Ha sido docente universitaria, periodista en diferentes medios de comunicación y editora de revista Sábado de El Mercurio.
Juan Andrés Piña: periodista y máster en Literatura Hispanoamericana de la PUC, periodista cultural por más de 40 años, autor y editor de numerosas publicaciones.
María José Egaña: periodista Pontificia Universidad Católica, Máster en Gestión Cultural de la Universidad de Barcelona y gerente de la Biblioteca de Vitacura.
Premios;
1er lugar $400.000, 2° lugar $300.000 y 3er lugar $200.000 pesos respectivamente. Se escogerán, asimismo, menciones honrosas las cuales no contarán con premios monetarios. Además, los textos ganadores y las menciones honrosas del certamen, serán exhibidos en los canales y medios digitales de la Corporación Cultural de Vitacura.